En el sprint final, miles de ciudades del mundo han anunciado su compromiso de apagar el sábado los monumentos más emblemáticos de su ciudad. Por ejemplo, apagarán la Ópera de Sydney, la puerta de Brandeburgo, el Empire State, y la icónica Torre Eiffel y el Coliseo de Roma. 

Desde su lanzamiento en 2007, esta campaña se ha convertido en uno de los movimientos ambientales más grandes del mundo. Hasta 200 países participan cada año y en pasadas ediciones se apagaron más de 17 000 monumentos.

En España, más de 340 municipios ya se han sumado a la campaña, y ¡esperamos muchos más!

En España, algunos de los monumentos que se apagan el 23 de marzo, entre muchos otros, son las Casas Colgadas de Cuenca, la Sagrada Familia de Barcelona, la Ciudad Monumental de Cáceres, la Catedral de Burgos, el Miguelete y la Catedral de Valencia, y la Puerta de Alcalá y la Cibeles en Madrid. Además, este año se suman por primera vez a esta iniciativa municipios como Las Torres de Cotillas (Murcia), Espeluy (Jaén), Benejúzar (Valencia), Alconchel (Badajoz), Talaveruela de la Vera (Cáceres) y Albox (Almería).

Los ayuntamientos son actores clave para impulsar la lucha contra la crisis climática. Tienen la capacidad de hacer de las ciudades y pueblos lugares más habitables y “verdes”, naturalizando los espacios y fomentando la biodiversidad donde antes había asfalto.

Animamos a todos los municipios, ya sean grandes o pequeños, a que se sumen a la Hora del Planeta y muestren su compromiso con la naturaleza y el clima.